A menudo, leemos historias de amor y desamor en libros, cuentos y redes sociales. Y sí, enternecen y nos hacen sentir empatía por el afectado o afectada o más. Pero esas historias palidecen ante la historia de amor imposible de Grape-Kun, quien muriera hace tres años, después de haber superado tristezas insoportables y terribles.
Grape-Kun, un pingüino de Humboldt que vivió en un zoológico de la Prefectura de Saitama, en Japón, fue abandonado por su pareja a favor de un pingüino más joven, lo que hizo que el pájaro antártico cayera en una depresión tan pesada, que se alejó de la parvada debido a ese desamor. Y eso lo hubiese matado de no haber sido porque al staff del zoológico se le ocurrió poner una imagen de cartón de una figura de anime de esas que se catalogan como waifu (pronunciación de la palabra wife, que en inglés significa esposa).
Nuestro héroe plumífero no dejaba de acercarse al dibujo y de cortejarla, lo que hizo que la gente, al ver semejante conducta, concluyera que el pingüino se había enamorado, dejando ir el mal trago del abandono de su pareja y que incluso, el ánimo del animalito mejorara. Y así, Grape-Kun fue feliz al lado de Hululu (personaje de Kemono Friends, anime popular en Japón) por espacio de 12 días. Desafortunadamente, el ave murió al pasar ese tiempo.
Historias como esas se vuelven virales y enseñan cosas asombrosas, por lo que en Noticias el Faro dejamos un video donde podemos apreciar a Grape-Kun con su waifu. ¡Hasta pronto!